Otros casos

Desde 2010, que se sepa, 72 detenidos murieron en comisarías de la Policía Nacional y Guardia Civil. La mayoría de ellos fueron calificados como «muertes naturales».

 

Caso Mikel Zabala (15 Diciembre 1985)

Mikel Zabala fue asesinado por la Guardia civil en el 85. Fue detenido tras una operación antiterrorista junto con más compañeros que fueron torturados. Todos quedaron en libertad menos él.

Las autoridades afirmaban que se había fugado. Las calles de País Vasco se levantaron al grito de «¿Dónde está Mikel?»

Apareció muerto, tras 20 días, esposado en una zona de un río previamente rastreado, en un estado en el que es difícil detectar la causa de la muerte. La versión oficial está llena de contradicciones, pero unas grabaciones demuestran que murió por las torturas sufridas en el cuartel. Su familia sigue buscando la verdad.


Caso de Pedro Álvarez, asesinato impune a manos de un policía (15 Diciembre 1992)

El 15 de diciembre de 1992 Pedro Álvarez Peso fue asesinado en la Avinguda Catalunya (l’Hospitalet) por un policía nacional en una discusión de tráfico. A Pedro le dispararon tres tiros a bocajarro. Días después se detuvo al policía, y al poco quedaría libre hasta el día de hoy, que fue exculpado por la Audiencia de Barcelona el pasado octubre. El caso permanece impune y prescribe en este año 2020.

Para Juanjo Álvarez y Carmen Peso, padres de Pedro, hay algo más allá que la justicia quiere ocultar. El asesino está protegido por el sistema por motivos que imaginamos. Pese a tener todo en contra, la familia no ha dejado de luchar por hacer justicia, han recibido amenazas y llamadas telefónicas de madrugada cada vez que se hacen movilizaciones en memoria, con el claro propósito de intimidar y amedrentar estos movimientos, y a Juanjo le han intentado quitar del medio, denunciándole entre otras cosas, de terrorismo, sin pruebas ni motivos.

La audiencia Provincial de Barcelona y el tribunal nº4 de instrucción de l’Hospitalet se ha negado a realizar nuevas investigaciones, con nuevas técnicas que no existian en el 92, como analizar los resto biológicos de la pistola. La fiscalía no quiere reabrir el caso y esta es la última oportunidad antes de que prescriba de hacer justicia.

En el documental «Nosotros no olvidamos» dirigido por Damià Puig sobre el caso, se abordan otros casos de represión que nos sonarán. Todos los 15 de diciembre se realiza una puesta floral y una concentración en la plaza donde asesinaron a Pedro. Quisieron ponerle su nombre a la plaza, y pese a la negativa del ayuntamiento, pusieron una réplica del letrero con su nombre al lado del original.

¡Pedro hermano, nosotros no olvidamos!

Cuentas de instagram:

@plataformapedroalvarez @nosotrosnolvidamos


Ramón Barrios (9 julio 2011)

Ramón muere a los 18 años en el centro de menores de Brea del Tajo en 2011. La primera autopsia apuntaba a muerte natural por parada cardiorrespiratoria.

La familia sostiene que se encontraba con un fuerte dolor de muelas el día de su muerte, y que llamó persistentemente a los vigilantes, que aparecieron 3 horas después.

Según relató su hermana, el centro ordenó sin consultarlo la incineración del cuerpo, pero se impidió a tiempo. Además nadie informó de su muerte hasta pasadas 10 horas. Aseguran que su cadáver presentaba hematomas y arañazos. La familia exigió una segunda autopsia, pero el juez archivó el caso.

«No olvido ni perdón por los muertos en prisión»


Juan Andrés Benítez (2013)

Juan fue asesinado por los mossos désquadra en 2013 en el barrio del Raval. Sufrió un paro cardiaco que previamente se asoció con drogas o patologías.

Más tarde se desmintió y confirmó que la causa de la muerte fue la brutalidad policial ya que presentaba fracturas y cortes en la cara. La sentencia causó malestar en la «Asociación Catalana de Derechos Humanos» y la «Plataforma Justicia para Andrés.»

Ya en 2016, la acusación y la defensa firmaron un pacto de conformidad al que seis mossos fueron condenados a dos años de cárcel, de la que se libraron. No hubo juicio. Además pueden volver a patrullar un tiempo después si hacen un curso sobre derechos humanos.


Ilyas T. (3 julio 2019)

Ilyas murió en el centro de menores de Tierras de Oria, en Almería, tras ser reducido y ser contenido por 6 guardias jurados.

Fue atado de pies y manos sobre su cama, boca abajo, con brazos y piernas en cruz y con un cinturón abdominal y otro a modo de bandolera, con la cabeza presionada contra la almohada. Pasan 10 minutos en esta situación mientras los guardias le sujetan y presionan contra el colchón.

Murió con signos de asfixia muy evidentes y cortes en los brazos.


Marouane Abouobaida (15 julio 2019)

El 15 de julio de 2019 se «suicidó» Marouane en el CIE de Valencia.

Había sido internado tras una pelea en la calle, de la que tenía varias lesiones y que previamente denunció. Tras esto fue internado en aislamiento, haciendo caso omiso de sus alertas sobre daños físicos y psicológicos.

Le tuvieron hora y media en aislamiento hasta que se quitó la vida. La policía tardo 20 minutos en detectar la muerte.


Daniel Jiménez (1 junio 2020)

Daniel muere en la comisaría de Algeciras, siendo muchos los interrogantes sobre la declaración policial.

Esta aseguraba que se trató de un suicidio, pero a sus familiares no les cuadraron ni los tiempos de entrega del cadáver, ni una llamada telefónica de Daniel a su padre el Domingo, con apariencia tranquila y afirmando que el día siguiente comparecería ante el juez.

Estos hechos contradicen la versión oficial.


Cristóbal Montávez (29 octubre 2020)

Cristóbal muere bajo custodia policial durante el estado de alarma de 2020 en Jaén.

Supuestamente, aparece ahorcado con su cordón de chándal. La policía lo detuvo por saltarse el toque de queda y forcejear con la policía. Los amigos que previamente vio afirmaron que estaba tranquilo aquel día.

La familia no cree esa versión pues existen varias incongruencias. Una de ellas es que presumiblemente el pantalón que llevaba fue tirado por que estaba manchado.


Mohamed El-Bachir (22 enero 2022)

El cadáver de 17 años de Mohamed fue encontrado en el río Ibaizabal, Vizcaya.

El joven se encontraba en guarda provisional tras haber pasado por el centro de primera acogida y haberle prestado atención inmediata, pero afirmaron que no había tutela por ausencia de documentación o acreditación de la minoría de edad. Según Laura Ruiz, «El chico si que tenia los papeles y estaba bajo tutela de la Diputación»

Algunos colectivos exigen que se responda a ciertas preguntas:
«Si Mohamed se tiró al río sin saber nadar, escapando de la Policía, si ha estado desaparecido por largo tiempo y su cuerpo aparece sin vida, ¿Dónde están los que debían protegerlo? ¿de quien es la responsabilidad? ¿Por que la desaparición y muerte no se hacen noticia hasta 4 días después de la aparición del cuerpo?

Se ha denunciado el «abandono institucional» que sufren las personas migradas. Mientras no cambien las políticas migratorias y el sistema actual de fronteras, seguirán muriendo personas, que de alguna forma asesinadas por el sistema y los cómplices que lo permiten.